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XIV Congreso FEMESS Puerto Vallarta 2024: Educación integral de la sexualidad para el desarrollo humano
Del 24 al 26 de Octubre
Colibríes, nuestro emblema más frecuente
El colibrí se usa desde tiempos prehispánicos como amuleto para propiciar el placer sexual, el erotismo y también como protección para los lugares de trabajo, pues es símbolo de fuerza y resistencia.
La imagen es un colibrí a punto de beber de una flor de murciélago, o de mariposa, algo que ocurre con frecuencia aunque parezca una transgresión a los cánones de la biología floral.
Hay distintas formas y colores de flores, adaptadas a diferentes polinizadores. Las flores rojas y alargadas y sin pétalos grandes ofrecen su néctar a los colibríes, que lo extraen metiéndoles la lengua.
Las personas aficionadas a la naturaleza han observado que en los lugares donde crecen estas flores también hay colibríes, y que el tamaño y la curvatura de sus picos tiene gran parecido con ellas. En regiones con flores muy largas las aves tienen picos igualmente largos y viceversa.
La correspondencia morfológica produce la idea de posesión mutua: el ave parece propiedad de las flores y las flores del ave, muy similar a la que se espera por el tamaño y forma del pene respecto a la forma y profundidad de la vagina. En ambos casos se trata de estructuras coadaptadas, pero no exclusivas, los colibríes visitan muchas otras flores y les meten sus lengüitas a las flores blancas, aromáticas y nocturnas, más propias de murciélago; y a las flores amarillas de abeja o mariposa. La observación atenta permite descubrir que también todos los tipos de flores son visitados prolijamente por muy distintos animales, que bebemos sus néctares.
La naturaleza no es tan determinista y exclusiva. La misma reflexión puede aplicarse a los genitales humanos: el intercambio de placer no se limita al encuentro de los penes con las vaginas.
- En abril 1996 nuestro cartel mostraba las siluetas de una pareja.
- En octubre de 1998 usamos la imagen de un colibrí a punto de ‘robar’ néctar de una planta con flores más adaptadas a la boca y lengua de los murciélagos.
- En marzo de 2001 usamos un colibrí, zurdo con una flor de mariposa, donde el ave bebe.
- Para agosto del 2003, elegimos otro colibrí zurdo que muestra sobre el pico una vírgula con varias volutas, representando la diversidad en las expresiones.
- En septiembre del 2006, fueron tres colibríes: uno huichol, uno realista y uno moderno.
- En 2009 el congreso fue augurado por una asimétrica combinación de un ave adornadísima y una frágil y etérea flor.
- En 2011 el colibrí formó parte del tocado de Pakal,
- En 2013 el colibrí bebe el néctar que le ofrece, coqueta, La Catrina.
Óscar Chávez Lanz – Isabel Vieyra Ramírez
Guadalajara, septiembre 2006
Aguascalientes 1996
En Abril 1996 nuestro cartel mostraba las siluetas de una pareja.
Chapultepec 1998
En octubre de 1998 usamos la imagen de un colibrí a punto de ‘robar’ néctar de una planta con flores más adaptadas a la boca y lengua de los murciélagos
Boca del Río, Veracruz 2001
En marzo de 2001 usamos un colibrí, zurdo con una flor de mariposa, donde el ave bebe.
Morelia 2003
Para agosto del 2003, elegimos otro colibrí zurdo que muestra sobre el pico una vírgula con varias volutas, representando la diversidad en las expresiones.
Guadalajara 2006
En septiembre del 2006, fueron tres colibríes: uno huichol, uno realista y uno moderno.
Oaxtepec 2009
En 2009 el congreso fue augurado por una asimétrica combinación de un ave adornadísima y una frágil y etérea flor.
Chiapas 2011
En 2011 el colibrí formó parte del tocado de Pakal.
Aguascalientes 2013
En 2013 el colibrí bebe el néctar que le ofrece, coqueta, La Catrina.