Este congreso científico ha conjuntado a más de 1,000 participantes profesionales y estudiantes, de todos los estados de la República Mexicana, además de otros países del continente Americano y Europa, que representan a 100 instituciones de la sociedad civil, sector gubernamental y académico interesados en exigir y defender:
- El Derecho a una cultura sexual amplia y a su libre expresión.
- El Derecho a la educación científica y laica sobre sexualidad.
- El Derecho a participar en la elaboración y vigilancia de políticas relacionadas con la sexualidad.
- El Derecho a la Salud Sexual y Salud Reproductiva
- Aplaudimos, que cada vez más crece el número de sexólogas y sexólogos mexicanos mejor capacitados, profesionalizados y comprometidos en el estudio científico de la sexualidad; así como su participación activa en la educación y en el fortalecimiento de ciudadanía con injerencia política, social a nivel local, nacional e internacional.
- Declaramos asimismo, nuestra firma oposición a los discursos conservadores y anticientíficos, que en el México contemporáneo, aun sostienen “oscurantistas afirmaciones tales como: que la homosexualidad es una enfermedad que debe ser curada, que el empleo del condón y los diversos métodos anticonceptivos son muestra de ausencia de valores personales, o que las y los jóvenes deben abstenerse de tener relaciones sexuales responsables e informadas, porque ello es consecuencia de un mundo decadente y amoral”.
- Por el contrario, postulamos con toda contundencia, que las diferentes orientaciones sexuales son elementos enriquecedores de nuestra sociodiversidad, que no son patologías, y representan rasgos humanos valiosos y dignos de respeto incondicional.
- Exhortamos también, a que se realicen las modificaciones pertinentes en relación a las leyes que permitan un mayor acceso a los derechos fundamentales de las comunidades de la diversidad sexual, específicamente el matrimonio de las personas del mismo sexo, brindando el reconocimiento jurídico de estas uniones, y a las personas transgenéricas y transexuales asegurar el acceso a los trámites jurídicos de reconocimiento oficial de su identidad genérica, y que estas leyes sean aprobadas a nivel federal.
- Aseveramos, porque así lo revela la evidencia científica, que el empleo de diferentes medidas de vida erótica protegida, al impedir infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados, constituyen una importantísima fuente de bienestar, físico, emocional y social.
- Reconocemos, el derecho al placer de toda la población, incluyendo a las y los jóvenes, personas con limitaciones observables y mujeres y hombres de cualquier edad, mediante un erotismo pleno, libre de culpa, vergüenza o inadecuación. Reiteramos que la educación sexual formal es piedra angular de la salud integral de toda la población.
- Afirmamos que usar los condones como prueba para fincar los delitos de lenocinio, invitación a la prostitución, o trata de personas, es una violación a los derechos a la salud, es discriminatorio y ha inhibido su uso entre trabajadoras y trabajadores sexuales. Las procuradurías de justicia deberán incorporar a sus protocolos de investigación que la portación o uso de condones NO son prueba para ningún delito, por lo tanto los jueces no deberán aceptarlos como prueba.
- Recomendamos, continuar el trabajo con las autoridades judiciales para que las mujeres y los hombres que se encargan de la impartición de justicia, lo hagan de manera eficiente, sensible y respetuosa hacia las mujeres que dependen de sus decisiones jurídicas; para impedir que se sigan presentando casos de violadores liberados y mujeres criminalizadas injustamente.
* Documento generado como conclusión del IX Congreso Nacional de Educación Sexual y Sexología FEMESS 2013, realizado en Aguascalientes de octubre 31 al 2 de noviembre
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XIV Congreso FEMESS Puerto Vallarta 2024: Educación integral de la sexualidad para el desarrollo humano
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